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“Siempre que hagas algo, márcate unas metas alcanzables, disfruta y aprende”

Conversamos con Ainhoa Remón, árbitra valenciana que hace unas semanas impartió un taller sobre feminismo y deporte en la Residencia de Acogida para Niños, Niñas y Adolescentes con Problemas de Conducta 'Torrent III', en Torrent (Valencia), recurso de titularidad de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana y gestionado por Fundación Diagrama a través de un contrato de gestión integral. Remón nos habla sobre sus inicios en el arbitraje, la importancia de la práctica deportiva como herramienta para prevenir la exclusión social y el papel de la mujer en el mundo del deporte, entre otros temas.

¿Hasta qué punto consideras que el deporte es una herramienta útil para prevenir la exclusión social?

El deporte es un trasmisor de valores, por lo que considero que podría ser una herramienta clave en la prevención de la exclusión social. La práctica de cualquier deporte puede conllevar el aprendizaje de valores a través del individuo como trasmisor, ya que relacionarse con diferentes personas ayuda a que este proceso sea colectivo y, por lo tanto, ayude a la persona a sentirse valorada dentro de la sociedad. 

¿En qué aspectos concretos crees que se puede ver mejorada la vida diaria de los jóvenes gracias a la práctica deportiva?

Desde la organización en su vida diaria hasta la mejora del autoestima de cada uno. Creo que el deporte te hace crecer como persona y te enseña a desarrollarte en diferentes situaciones de la vida. Practicar deporte puede ser una salvación.

Hablando un poco más de tu experiencia profesional, ¿en qué momento comenzaste a interesarte por el mundo del arbitraje? ¿Qué es lo que te resultó más atractivo del mismo?

Empecé a jugar con 4 años y llegó un momento en el que necesitaba ver el fútbol desde otra perspectiva. Me surgió la posibilidad del arbitraje, algo que siempre me había provocado curiosidad, y acabé probando. Al principio, claro, tenía ese gusanillo de nervio de tener que decidir en décimas de segundo y estar tan cerca del error y el acierto, pero a día de hoy esa atracción va más allá. Para mí arbitrar es un máster de vida. 

¿Cómo fueron tus comienzos en este sector profesional?

La verdad es que fue un comienzo agradable, los compañeros me ayudaron un montón a progresar y a hacerlo todo mucho más fácil. 

Hasta la fecha, ¿cuáles son las lecciones humanas más importantes que has obtenido durante tu trayectoria profesional?

Cuando tratamos de ascender en el arbitraje femenino, las árbitras somos un equipo y tenemos claro que competimos contra una misma, y es ahí donde formamos una piña perfecta. Por otro lado, arbitrando es donde más lecciones te dan los pequeños, ya que no les importa ganar o perder, sino disfrutar. En ese sentido, me quedo con el comentario que me dijo un niño durante un partido: “Árbitra, no pasa nada si te equivocas, todos fallamos”. 

¿Cómo definirías la evolución que ha tenido el papel de la mujer dentro del mundo del deporte en los últimos años? ¿En qué punto crees que se encuentra actualmente?

El deporte femenino está de moda, pero nosotras no queremos que se quede en eso. Queremos seguir pisando fuerte y dejar huella, sobre todo en las generaciones más jóvenes, que son las que al final van a disfrutar de esto. En lo que respecta al arbitraje femenino, ahora mismo está en auge. Llevamos seis años de trabajo, aunque viene de mucho más atrás, y tres años con el proyecto del arbitraje femenino en primera. Además, contamos con una árbitra asistente en primera división (Guadalupe Porras), otra en segunda (Judit Romano), varias en 2ª B e incluso una árbitra principal en 2ª B (Marta Huerta). El camino está abierto, pero falta mucho por trabajar y eso es lo que tratamos de hacer. 

¿Cómo valoras tu visita a ‘Torrent III’? ¿Qué fue lo que más te sorprendió de esta jornada?

Fue muy gratificante. Además de ir como árbitra, el ser pedagoga también hace que admire la labor que hacen los profesionales de Fundación Diagrama con los jóvenes en estos casos. Me sorprendió lo atentos que estuvieron y el interés que mostraron hacia el deporte femenino. 

¿Qué le dirías a todos aquellas personas jóvenes que se plantean dedicarse profesionalmente al mundo del arbitraje? ¿Cuáles serían tus principales consejos?

Para mí lo principal es disfrutar. Disfrutar de lo que haces y ponerle empeño. Al final puedes llegar a lo más alto o no hacerlo, pero siempre que hagas algo, márcate unas metas alcanzables, disfruta y aprende. 

¿Te parece importante la labor que realizan los profesionales de Fundación Diagrama a la hora de desarrollar actividades deportivas en sus centros? 

Para mí el motor del centro son sus profesionales, sin ellos nada funciona. Promover las actividades deportivas es importante y, además, para los jóvenes suelen ser más atractivas. Disponer de un equipo de trabajo unido y trabajando en una misma dirección es lo más importante para hacer llegar a los jóvenes cualquier aprendizaje que puedan aportar dichas iniciativas.