Nueve jóvenes del hogar de convivencia ‘Alea’ participan en las fiestas vecinales de la Finca Maximino, urbanización de Molina de Segura donde se ubica el centro, y comparten con el resto de familias una carrera de orientación, una paella y muchas experiencias que fomentaron su integración social y su sentimiento de pertenencia.
Las fiestas vecinales siempre son una oportunidad para fomentar la convivencia y permitir que las personas se integren con el resto de la gente que vive en su pueblo, barrio o urbanización. Las actividades de ocio positivo que se llevan a cabo, la colaboración entre personas muy distintas para organizar el evento y el sentimiento de compartir experiencias con tu vecino o vecina hacen que sean situaciones ideales para que las personas jóvenes se sientan parte de su comunidad.
El pasado 11 de octubre, los nueve jóvenes atendidos por Fundación Diagrama en el hogar de convivencia 'Alea' de Molina de Segura (Murcia) tuvieron la oportunidad de aprovechar una de estas citas, ya que se celebraron las fiestas de la urbanización Finca Maximino, donde se ubica el centro. Varios educadores de este centro, dependiente de la Consejería de Política Social, Familias e Igualdad del Gobierno murciano, los acompañaron en la jornada.
La actividad más divertida y motivadora en la que participaron fue una carrera de orientación por la finca, donde, pertrechados con brújulas, tuvieron que encontrar diversos objetos escondidos con anterioridad. En el proceso, tuvieron que colaborar en equipo para resolver pruebas y descubrir indicios. Tras la carrera, se unieron al resto de participantes para degustar una paella gigante elaborada por los propios vecinos y vecinas en la explanada donde se llevó a cabo el evento.
La jornada no solo fue una oportunidad para la integración social y la normalización comunitaria de los chicos, sino que también les ayudó a conocer un poco mejor su entorno y valorar las distintas alternativas lúdicas y saludables que tienen a su disposición. En este sentido, fue una actividad muy positiva tanto para ellos como para el resto de familias de la urbanización, que les recibieron con los brazos abiertos.