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Antonio C. narra su proceso reeducativo ante la ONU

Antonio, un joven que culminó su proceso reeducativo y de inserción sociolaboral con el apoyo de Fundación Diagrama, interviene ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Durante la reunión anual sobre Derechos del Niño -en la que se debatió sobre menores en conflicto con la ley-, contó a los asistentes cómo recuperó "las riendas" de su vida, y "la oportunidad de empezar de nuevo" que le brindó el centro reeducativo de Fundación Diagrama 'La Villa', de Villena (Alicante), dependiente de la Conselleria de Justicia y Bienestar Social de la Generalitat Valenciana. A continuación transcribimos el discurso pronunciado por este joven en la sala XX del Palacio de las Naciones de Ginebra.

Mi nombre es Antonio y tengo 27 años. He residido gran parte de mi vida en la ciudad de Villena, en Alicante, aunque actualmente vivo en un pueblo cercano junto a mi pareja, una chica que me ha ayudado mucho, que nunca ha estado involucrada en cuestiones delictivas, y a la que tengo que agradecer mi estabilidad y mi desarrollo personal. En este tiempo, me he dedicado a varias ocupaciones, entre ellas la construcción, la carpintería de cocina y la mensajería urgente. Actualmente estoy en situación de desempleo, pero poniendo todo mi interés para encontrar un trabajo lo antes posible.

Mi vida en la infancia y adolescencia fue muy inestable. Debido a mi forma de ser (quería ser el más chulo y ser más que nadie), comencé a relacionarme y a entrar en ambientes que me iniciaron muy pronto en la manifestación de conductas delictivas y en el consumo de sustancias tóxicas. Las relaciones con mi familia se vieron muy afectadas por mi manera de comportarme. Estas dinámicas me llevaron a ingresar en varios centros reeducativos para el cumplimiento de medidas judiciales, siendo mi primer ingreso con 16 años, y finalizando los internamientos como menor a los 19. En ese periodo, tuve entre medias un ingreso en prisión preventiva durante siete meses, imponiéndome una pena de tres años, que me conmutaron a cambio de ingresar en un centro terapéutico y mantener controles de consumo de sustancias. Ingresé en él, y a partir de ese momento, hace casi tres años, no he vuelto a consumir ningún tipo de droga.

Hoy se me brinda la oportunidad de contar mi experiencia en los centros reeducativos, y todo lo que me han aportado y supuesto en mi vida.

Este año, cuando voy a cumplir 28, hace varios años que tuve mi última medida de internamiento, y, sin embargo, ha sido la parte más intensa de mi vida. Quién me iba a decir que lo que empezó como lo peor que me podía ocurrir, pues así veía yo mi internamiento, acabó ofreciéndome nuevas posibilidades y, sobre todo, permitiéndome aprender a recuperar las riendas de mi vida y mi capacidad para elegir.

Sé que muchos chicos, incluso yo mismo así lo creía, piensan que estar en un centro es un tiempo perdido, un tiempo en que te apartan de tu familia y amigos; que una mañana te levantas y lo has perdido todo. Incluso se te olvida que el principal responsable de lo que te está pasando has sido tú mismo, sin pensar en las consecuencias que vendrán después. Sin embargo, al poco tiempo de estar en el centro 'La Villa', en la ciudad de Villena (Alicante), perteneciente a Fundación Diagrama Intervención Psicosocial y que presta servicio a la Conselleria de Justicia y Bienestar Social de la Generalitat Valenciana, me empecé a dar cuenta de que precisamente lo que me intentaban enseñar era a pensar en esas consecuencias, a pensar que lo que hacemos puede hacer daño a otras personas, y también a nosotros mismos y a las personas que más queremos. Son esas personas las que también lo pasan mal al ver a su hijo, a su hermano, a su novio en un sitio donde solo pueden verlo por unas horas cada semana, y el teléfono también se queda corto para decir tantas cosas… afectivas, sentimentales o cuánto les echas de menos.

Mi estancia en los distintos centros reeducativos de Fundación Diagrama en la Comunidad Valenciana me sirvió para valorar a esas personas que te quieren y te apoyan pase lo pase, y hagas lo que hagas. A valorar ese tiempo que pasas con ellos y que estás deseando recuperar. Te enseñan a convivir; a convivir con otros chicos muy distintos entre sí, a convivir con los educadores, a convivir con las normas que hacen que esa convivencia pueda ser posible, y que al principio tanto nos cuesta entender a todos los jóvenes. Será por eso lo que dicen de la rebeldía de la adolescencia. Pero también te enseñan que esas normas son las del respeto, las del compañerismo, las de la paciencia, las de la convivencia, que nos hacen ser mejor persona y sentirnos mejor con nosotros mismos en nuestras vidas.

Antes de entrar en el centro, yo no ponía ningún interés en el colegio ni en el instituto, no quería seguir estudiando ni creía que eso me fuese a servir para nada, me consideraba tan listo como para apañármelas sin estudios ni nada. En los años que estuve internado conseguí sacarme el Graduado en Enseñanza Secundaria Obligatoria, y varios títulos de talleres formativos prelaborales de Albañilería y Jardinería. Asimismo, realicé varios talleres formativos de búsqueda activa de empleo que me introdujeron en la elaboración del currículum, en el mundo laboral y en las entrevistas de trabajo, algo que hasta ese momento no tenía muy controlado y que me ha sido de gran ayuda posteriormente. Así fue como me formé en habilidades sociales y habilidades de vida.

Por todo ello, siempre estaré agradecido a todo el personal de Fundación Diagrama, por todo el apoyo y atención recibida, y por ofrecerme la oportunidad de empezar de nuevo, de salir de esas situaciones tan negativas con la cabeza alta, como cualquier joven que busca su camino y que ahora sí ha conseguido ver un futuro, un futuro de verdad.

Antes de despedirme, quisiera darles las gracias también a todos ustedes por darme la oportunidad de contarles mi experiencia personal, que como la de otros muchos jóvenes, tiene una evolución positiva, aunque haya casos en los que no sea así. Muchas gracias por haberme escuchado y por el trabajo que realizan para poder conseguir en todo el mundo la plena integración social y laboral de jóvenes en una situación difícil.