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Virginia Roca: Cooperante de Fundación Diagrama en Paraguay

Virginia Roca, profesional de Fundación Diagrama, ha sido Cooperante durante 2011 en el marco del proyecto "Atención Integral a Adolescentes Mujeres en conflicto con la ley, y a niños/as adolescentes privados de su entorno familiar en Paraguay", desarrollado por la Fundación en colaboración con la ONG Defensa del Niño Internacional Sección Paraguay, y con la financiación de la Junta de Andalucía.
Habitualmente trabaja como psicóloga en el Proyecto Heliotropos de Fundación Diagrama, en el que se atiende a personas con problemas de adicción a sustancias tóxicas. A continuación, Virginia nos expone su experiencia como cooperante.

La verdad es que no es fácil expresar por escrito todo lo que para mí representa profesional y personalmente esta experiencia, y es que ambas facetas, como decimos en mi equipo del Centro Heliotropos, van unidas. Tantos esfuerzos en separar lo inseparable y al final uno influye sobre el otro. Así que mi experiencia en Paraguay va cargada de connotaciones emocionales, y es que nada más vivir en este país lleno de contrastes (niños tirados en la calzada, lujosos coches, luz intensa en el día, oscuridad absoluta en la temprana noche…) mi sistema emocional empezó a resentirse. Si tuviera que englobar la experiencia que aquí estoy teniendo en una imagen, se me viene a la mente tanto una expresión de inmensa alegría como de profundo abandono. Alegría que me transmiten los ojos de aquellos pequeños cuando trabajo con ellos, que no son ni tan pequeños, porque la mayoría son adolescentes; ni tan aquellos porque todos son de aquí. Cuando son bebés o niños como en el hogar Ara Pahú, puedo ver en su expresión miradas de confusión, entre el abandono y el reencuentro; abandono de sus familias, ya sea emocional o físico mediante drogas o violencia, y reencuentro porque en cada profesional que ven y que le damos un poco de ese afecto que tenemos guardado y que a veces da miedo sacar porque te puede desbordar, buscan a su mamá y a su papá, y no lo somos. Y quisiera volver al tema del afecto además del anteriormente mencionado miedo porque ambos son la conjunción perfecta de muchos de nuestros anhelos. Así, enfocado a los adolescentes con los que trato, retirados de sus familias o sin ellas(Ara Pahú, Kinta MItaí..), o de Centros Penitenciarios (como Virgen de Fátima, Buen Pastor, Centro Itagua..), afecto y miedo son la base de su historia no resuelta, paralizada en el caso de los chicos con medidas judiciales por las drogas, violencia y delincuencia fruto del ruido de su silencio, de lo que han aprendido en sus familias o en su barrio. Es como el “Chico problemático” de Nacht , canción que tanto les gusta escuchar y cantar y que trabajo con ellos en los talleres terapéuticos, con sus miradas de adultos sin expresión. La droga como escapada emocional, la violencia, el silencio… ¿y por qué no ponerle algo de voz a ese silencio emocional? Y es que ponerle nombre no es fácil: drogas, adicción, enfermedad, abuso, abandono…vacío, y es cuando sus silencios tocan los míos y yo ya no sólo hablo de drogas, ellos hablan de tristezas, injusticias, abandonos y maltratos que van unidos a sus consumos, y me tiene que bastar con acercarme a ellos y a ellas y sentirme cerca, así que estoy aprendiendo a que ese miedo a desbordarte al que hacía mención al principio, no es sino una forma de protección que puede anestesiarme emocionalmente en mi trabajo, y aunque a veces salga de forma innata como una autovacuna lucho contra ello. Este es mi objetivo principal en las capacitaciones que estoy dando a los profesionales de Paraguay, que luchen contra la anestesia emocional en su trabajo, que se impregnen de los adolescentes y de los más pequeños aunque nos hayan enseñado que hablar de abandono y abuso está ‘feo’, que intenten ver al adolescente con problemas de drogas y medidas judiciales como un chico o una chica con una historia y con un futuro, que son víctimas de lo ya anunciado años atrás a que ellos supieran lo que estaba bien y mal, y es que todos tenemos una historia y todos tenemos derecho a tener un futuro.

Virginia Roca.