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El programa 'Punto de Partida' (Gran Canaria) integra la realidad virtual como herramienta innovadora en la intervención con adolescentes

Como recurso complementario de inmersión, comprensión, retención y motivación en los procesos de intervención con adolescentes en situación de vulnerabilidad, desprotección o riesgo, el programa ‘Punto de Partida’ -dependiente de la Consejería de Política Social, Accesibilidad, Igualdad y Diversidad del Cabildo de Gran Canaria y gestionado por Fundación Diagrama- ha incorporado dentro de su planificación de acciones la tecnología de realidad virtual (VR). 

Con esta iniciativa, el programa amplía su labor tradicional de acompañamiento y apoyo psicosocial, incluyendo una aplicación de realidad virtual diseñada especialmente para adolescentes con dificultades de atención ante las dinámicas convencionales. Dicha herramienta propone un enfoque tecnológico y experiencial que favorece la desensibilización emocional, el entrenamiento de habilidades sociales, la regulación del estrés y el aprendizaje en un entorno motivador. 

Las sesiones con la implementación de este tipo de tecnología (integradas en el Plan Individualizado de Intervención -PII- de usuarias y usuarios jóvenes) se están desarrollando en entornos terapéuticos que cuentan con la supervisión directa de la persona profesional responsable de la intervención. En esta línea, el uso de realidad virtual está permitiendo recrear situaciones cotidianas o escenarios de socialización controlada, facilitando la práctica de habilidades como la comunicación asertiva, la resolución de conflictos, etc., sin que la persona adolescente se sienta expuesta a factores externos estresantes. Es, por tanto, una herramienta altamente motivadora, accesible y de gran interés para la población joven.

Gracias a este tipo de intervenciones, niñas, niños y adolescentes mejoran su capacidad para identificar y regular emociones. Y cabe destacar que las personas participantes han valorado muy positivamente esta herramienta, manifestando su interés y entusiasmo por una forma de intervención más cercana, innovadora y adaptada a sus realidades. La posibilidad de prepararse para el futuro en un entorno virtual controlado se convierte, para muchas de ellas y ellos, en una experiencia significativa que favorece la conexión emocional y la apertura al trabajo terapéutico.