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Profesionales y menores del Centro Educativo 'Las Moreras', de Murcia, colaboran en la atención a los afectados por el terremoto de Lorca

El día 11 de Mayo, pocas horas después de producirse el seísmo, los menores y el equipo de profesionales del Centro Educativo Juvenil Las Moreras, dependiente de la Consejería de Justicia y Seguridad Ciudadana de la Región de Murcia y gestionado por Fundación Diagrama, formaban un equipo de ayuda que, junto a los grupos de voluntarios, lleva más de un mes trabajando en labores de limpieza, atención médica primaria, organización de los campamentos de emergencia y distribución de alimentos y ropa para aquellas personas que se quedaron sin hogar.

Poco después del seísmo que sacudió Lorca el pasado 11 de Mayo, desde la Fundación se coordinó una respuesta organizada que permitió a los profesionales que residen en Lorca quedarse en la ciudad para atender a los damnificados, sin que eso afectase al normal funcionamiento de los centros.

Conforme iba llegando la información sobre la magnitud del terremoto, los jóvenes, en los centros, comenzaron a tomar conciencia de la situación que se estaba viviendo en el municipio murciano, y empezaron a mostrar su interés por colaborar. Ante esta disposición, se formó en el Centro Las Moreras un equipo de profesionales y menores que durante este tiempo ha estado colaborando con los voluntarios para atender a los afectados de Lorca, coordinando esfuerzos con otras organizaciones y profesionales de la Comunidad Autónoma y del consistorio lorquino.

Desde la mañana del 12 de mayo, este grupo se ha dedicado, como el resto de voluntarios, a doblar y ordenar ropa, limpiar, descargas comida, repartir alimentos y productos de higiene… compartiendo su esfuerzo con personas que, a pesar de estar pasando momentos difíciles, se han volcado en colaborar y ayudar en todo lo posible.

El pasado lunes 27, tras mes y medio de colaboraciones con los voluntarios de Lorca, se reunía en Las Moreras el grupo de trabajo, con la finalidad de compartir reflexiones acerca de lo vivido. En este encuentro, los menores, que narraron el impacto que les produjo conocer a personas cuya vida y recuerdos se mezclaban con los escombros, se mostraron orgullosos de haber podido “servir de ayuda, aunque solo hubiera sido un poco”.