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J.J.: “Hay que tener paciencia, después de todo esfuerzo se obtiene una recompensa”

J.J., un joven que cumplía una medida judicial de internamiento desde el pasado mes de agosto en el centro educativo ‘La Cañada’ de Fundación Diagrama, situado en Fernán Caballero (Ciudad Real) y dependiente de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Castilla-La Mancha, ha aprobado el examen de Selectividad con una nota de 7’8. Se trata de la recompensa obtenida tras el trabajo realizado a lo largo de los últimos meses, tanto por parte del joven como de los profesionales del recurso que le han apoyado y orientado en sus estudios. Tras este resultado, J.J. ya ha comenzado a plantearse su futuro académico para comenzar sus estudios universitarios.

¿Cómo te preparaste de cara a la prueba de Selectividad? 

No seguí un esquema o una organización muy estricta, dependía más de mis sensaciones. La clave era estudiar lo máximo posible, claro. Normalmente, salía por la mañana e iba a la Biblioteca de Ciudad Real. Estudiaba dos horas por la mañana y otras dos por la tarde. Los permisos para descansar en casa también me venían muy bien a la hora de aprovechar el tiempo.

¿Cómo viviste los días de los exámenes?

Muy tranquilo. El primer examen fue el de Lengua y lo llevaba muy preparado, así que salí contento y esa tranquilidad me fue acompañando. Los nervios que tenía se me pasaron pronto, aunque había muchas personas bastante atacadas; no sé, si estudias bien no es tan complicado.

¿Cómo recibiste la noticia de tu aprobado?

Estaba en casa durante un permiso. Entonces comenzó a correr el rumor de que las notas ya estaban publicadas, así que fui a comprobarlo y tenían razón. Estaba bastante tranquilo porque estaba seguro de que iba a aprobar, pero aun así fue una gran alegría. Aunque hubo notas, como la de Lengua, con las que no estaba muy conforme porque pensaba que merecía más. Voy a ir a la revisión para ver en qué he fallado.

¿Cómo te sentiste?

Muy contento y satisfecho. No ha sido un año fácil, ha habido momentos muy duros, muy complicados, pero decidí ponerme las pilas y me puse a ello. Ha sido el resultado de mucho trabajo y esfuerzo.

¿Tienes predilección por alguna de las asignaturas? ¿Disfrutas especialmente estudiando alguna de ellas?

Siempre he sido más de letras que de números, por eso he hecho el bachillerato de Humanidades. Lengua es una de mis asignaturas favoritas.

¿De qué manera te ayudó el equipo del centro ‘La Cañada’ en la preparación del examen?

Me ayudaron mucho. Los profesionales me dieron mucha moral y me animaron de manera muy positiva. Para mí también fueron clave los permisos para estudiar en casa y en la biblioteca, pero en el centro todo fueron ayuda y ánimos.

¿Tienes ya planteado tu futuro académico?

Lo tengo clarísimo. Todo está planificado en mi cabeza. Voy a estudiar la carrera de Magisterio en la Universidad de Alcalá de Henares. Me encantaría ser profesor.

Un trabajo, sin duda, muy relacionado con ayudar a las personas, ¿se debe a eso tu decisión?

Claro que es uno de los factores por los que me he decidido por esta carrera. A lo largo de mi vida ha habido muchos profesores con los que he tenido muy buena relación, que me han enseñado mucho y con los que he aprendido disfrutando. De hecho, se han convertido en modelos de referencia. Muchas veces, cuando terminaba el curso, me acercaba a ellos y les agradecía todo lo que habían hecho por mí. Son referentes y me gustaría hacer su trabajo igual de bien que ellos.

Si pudieras darle un consejo a todos aquellos jóvenes que se encuentran en tu misma situación, ¿cuál sería?

Que no se pongan nerviosos. Todo llega, tarde o temprano. Por supuesto que no es una situación fácil, nos hemos visto mal, en momentos complicados, pero hay que tener paciencia. Para mí esa es la clave, la paciencia, porque después de todo esfuerzo se obtiene una buena recompensa.